ROSSINIANA, ALTA EN CALORÍAS
De las más diversas formas podría llamarse este espectáculo dedicado a las músicas que Rossini escribió para sus óperas cómicas: en nuestro género existen términos como “pasillo cómico lírico”, “disparate lírico”, “sainete operístico”... Todos intentarían definir nuestra función y ninguno lo haría exactamente. Cinco cantantes, dos figurantes, un pianista..., un piano “afinado a ser posible”, una cocina, luces, trajes, berenjenas, morcillas, pastas de té y una situación actual, más disparatada cuanto más real y más divertida cuanto más actual.
Detrás... olores, jugos gástricos, despropósitos, valores en alza, la lógica ilógica..., tres cuadros en un acto: “los niños estorban”, “líos de cocina” y “las abuelas en la vanguardia” a la hora de la merienda. Fragmentos del puro espectáculo de la voz, los alardes de la escuela belcantista, la frescura de lo difícilmente sencillo y las exigencias del genio rossiniano.
Todo en nuestro tiempo, a nuestro aire y con nuestr firma, una hora y media divertida para aproximar esta música que nos has servido para vivir mejor 200 años y nos dará un motivo renovado para seguir haciéndolo.
Disfruten: no tendrán más remedio.
críticas
“(...)y un guión atrevido, ágil, creativo e ingenioso fueron los ingredientes de un extraordinario espectáculo culinario-musical. También los figurines (del propio Viana) y la coreografía de Nuria Castejón resultaron muy atractivos visualmente.”
(Héctor Guerrero, Ópera Actual)
LEER MÁS“(...)un espectáculo lleno de ideas, inteligente y ágil, con un sentido del humor exquisito y con ese toque personalísimo que llevan todos los de este tenor madrileño. (...) Dentro de toda la ilógica lógica del espectáculo parecía flotar algo como igualmente muy rossiniano. Seguro, se puede aventurar, que el compositor hubiera disfrutado como todos los asistentes que aplaudieron satisfechos.”
(Fernando Fraga, Scherzo)
LEER MÁS“El placer “serio” de la música bien facturada se sintetiza con el placer “leve” del entremés. Más canto apetitoso, para escuchar y devorar.”
(Blas Matamoro, ABC)
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